Cookies con garbo son cookies que visten. El prêt-à-porter de la delicia comprimida en dos bocados bien coloridos.
Animate al picor de Agatha de la mano de ChezMoms.
Cookies con garbo - Ed. Especial: Agatha Ruiz de la Prada
Cookies con garbo son cookies que visten. El prêt-à-porter de la delicia comprimida en dos bocados bien coloridos.
Animate al picor de Agatha de la mano de ChezMoms.
Cookies con garbo - Ed. Especial: día de la mujer (8 de marzo)
"A veces desearía tener seis años y que mi preocupación más grande fuera qué vestido ponerme"
ChezMoms te invita a convidar un dulce respiro a esas mujeres que construyen un presente con base en el pensamiento y la acción.
momento ChezMoms: tecito
ChezMoms tiene momentos especiales para compartir.
Tomate un descanso.
¡Tomate un tecito!
Cookies con garbo
Pensá en galletas con las formas que quieras, todas las que imagines. Esas mismas fueron bajo la lupa de ChezMoms para transformarse en delicias que divierten, se comen y comparten. Funcionan como capricho para quienes se tientan al verlas; como detalle original para quienes prefieren dar un toque a sus presentes o como dulce agasajo para quienes comparten sus días con su media naranja.
Nosotros decidimos apropiarnos de la clásica receta para darle una vueltita de tuerca y largarla como nueva. Son divertidas, portátiles y deliciosas. No las dejes pasar, ¡son un secreto a voces!
Las cookies de ChezMoms tienen garbo porque son encantadoras: una cuota de color y sabor para la golosina tradicional.
Pan de bananas para tardes distintas
Ha trascendido que el pan de bananas tuvo su auge durante el año 1930 y que fueron las amas de casa con marcada vocación por la química quienes consiguieron este particular sabor. Si bien la receta original no tiene fecha ni lugar, Estados Unidos fue la cuna de esta delicia. Entonces, 30 años más tarde, el pan de bananas apareció como receta obligada en todos los libros de cocina por ser simple, nutritivo y definitivamente apetitoso.
ChezMoms revive ese espíritu hogareño y lo reinventa, hoy. Esponjoso, con intenso aroma y un dorado otoñal es excelente opción para tardes de lluvia con amigos, juegos de mesa o tecitos en compañía.
No nos hemos topado con alguien que se resista.
¡Hay que comerlo!
