Italianísimo y conquistador, el Tiramisù es un postre para no dormir. Las voces afirman que, como su nombre lo indica (Tira-mi-sù, levántame), nació para dar vigor a cuerpos necesitados. Se sirvió en burdeles durante mucho tiempo y con variedad increíble de modificaciones en sus recetas.
Lo importante es que vive entre nos, las abuelas lo mantienen vivo y su sabor es inconfundible. ChezMoms decidió tomar algunas de estas cualidades para crear una estética y un sabor propios. Así es que jamás pionono; siempre vainillas.
Se comparte sin problemas, se disfruta acompañado para comentar y se sirve con cuchara.
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