Es difícil poner un freno a algo que se come todas las energías (aún las que pide prestadas), pero devuelve placer a granel. De cualquier manera, parece ser la prueba de fuego para quienes hacen malabares en búsqueda de un continuum de pasión.
ChezMoms es la conjunción de una ansiedad cultivada que dio con el molde adecuado. Así es que la pausa es pausa y no fin. Pero a veces nos quedamos sin harina , corremos hasta el almacén de la esquina para reponer una tacita de azúcar o simplemente suena el teléfono y, con las manos todavía llenas de harina, nos disponemos a tomar unos mates como recreo.
Hoy sonó el teléfono, nos faltó un poquito de azúcar y nos quedamos sin harina. Entonces, decidimos aprovechar el momento para abastecernos de mucho más para volver con todo y que no nos falte nada. Salimos en tutú con ojos hambrientos de nuevas recetas para cambiar la piel y deleitar nuevos paladares.
Los esperamos al regreso con los brazos abiertos, la mesa puesta y una musiquita de fondo.
ChezMoms.
Una pausa así de cortita y volvemos...
Publicado por
ChezMoms
on lunes, 20 de diciembre de 2010
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